Hablemos claro: gestionar Instagram como interiorista es trabajo. Elegir la imagen adecuada, redactar el texto, programarlo, contestar mensajes… Todo eso consume energía. Por eso necesitas una estrategia clara que te ayude a comunicar con intención.

Antes de obsesionarte con los likes, recuerda esto: Instagram es una herramienta, no el objetivo. Muchos interioristas trabajaban —y bien— antes de que existieran las redes. El secreto no es estar en todas partes, sino estar bien donde elijas comunicarte.

¿Cuál es la mejor estrategia en Instagram para interioristas?

Todo parte de aquí. Si no sabes a quién hablas, tu mensaje se diluye. Define a tu cliente ideal y pregúntate: ¿qué estilo consume? ¿Qué problemas quiere resolver? ¿Qué inspiración busca?

Eso te permitirá diseñar un perfil coherente, alineado con tu web y con tu posicionamiento. Porque sí: tu cuenta de Instagram también debe ser parte de tu marca.

¿Y si no te llegan clientes desde Instagram?

Confesión: mis clientes de proyectos no llegan desde Instagram. Vienen por otras vías que tengo definidas estratégicamente. Pero mi Instagram trabaja en segundo plano: refuerza mi imagen, me posiciona y comunica mi filosofía.

Así que sí, incluso aunque no te entren clientes directos por ahí, sigue siendo útil. Siempre que lo uses con sentido.

Instagram con intención: no más publicaciones al tuntún

Una interiorista con estrategia planifica su contenido como parte de su negocio. Por eso, en el curso ReflejoSS te enseño cómo:

• Preparar tu biografía profesional
• Diseñar tu feed para reflejar tu estilo
• Planificar tus publicaciones para 30 días
• Automatizar tus contenidos y ahorrar tiempo

Para profundizar en cómo Instagram puede ayudarte como interiorista, puedes consultar también la guía oficial de Instagram para empresas.

“No necesitas ser influencer, necesitas ser interiorista con estrategia.”
— Eva Save

Instagram puede sumar mucho a tu marca. Pero solo si lo usas con enfoque. Por eso he creado ReflejoSS, el curso práctico para interioristas que quieren dejar de improvisar y empezar a comunicar con intención.