Hábitos para interioristas: crea orden, gana energía
Desde el estudio hasta tu mente, los hábitos te ayudan a trabajar con claridad (y sin caos mental).
Así como en casa como en el trabajo, los hábitos en el estudio de interiorismo son vitales para sobrevivir en un mundo creativo sin morir de éxito.
Desde los horarios a la organización de tareas. De esta manera todo se hace de forma automatizada y en orden. Y si un día no haces la tarea, no pasa nada: al día siguiente lo harás sin pensar. Si no tienes un buen hábito, te estás provocando un estrés que se convertirá en carga mental a largo plazo.
Mi hábito al final del día:
Cerrar todas las pestañas del buscador, guardar los archivos y apagar el ordenador. Una vez se apaga el control principal, podremos desconectar nuestra cabeza.
Es un hábito que nos permite empezar al día siguiente de manera ordenada. Si te queda algo pendiente por hacer, apúntalo en la lista que debes tener al lado de la pantalla.
Clean Desk Policy: un método sencillo y poderoso
El «Clean Desk Policy» o Política de Escritorio Limpio es un método que aplico no solo para mí, sino también en las oficinas que diseño.
Consiste en dejar todo recogido al terminar con nuestras tareas. Nada de carpetas abiertas en el escritorio o de encontrarnos la taza del café del día anterior. Debemos llegar al día siguiente a una mesa de trabajo limpia.
Este hábito fomenta la motivación y la concentración desde el primer momento del día.
Además, mejora la organización del equipo, impulsa la productividad y protege la privacidad y los documentos confidenciales.
Facturas, orden y cero estrés financiero
Uno de los hábitos cada final de mes que más agradezco es el orden de mis facturas. A medida que van llegando, las archivo automáticamente y las registro en mi Excel del plan de empresa.
Controlar los gastos del estudio al milímetro me ayuda a la hora de hacer valoraciones y la declaración de la renta. Llevo «super proud» mi archivador ordenadito al gestor (con quien, por cierto, tengo pendiente una conversación sobre digitalización de documentos… ¡necesito reducir papeleo!).
Todos los hábitos tienen un objetivo
Mejorar la dinámica de trabajo, no repetir errores del pasado, llevar una ejecución más clara y ahorrar tiempo. No esperes al año nuevo para replanteártelo: cualquier momento es bueno para empezar.
Ejercicio práctico: crea tus nuevos hábitos
- Haz una lista con todos los hábitos que quieres mejorar (levantarte más temprano, ordenar carpetas, leer en inglés…).
- Busca una solución realista: que puedas introducir en tu calendario o estilo de vida.
- Aplícalo sin pestañear: empieza al día siguiente, no esperes a que sea lunes o fin de mes.
- Conviértelo en hábito: algunos estudios hablan de 21 días, otros de 33. Lo importante es la constancia.
¿Conoces a nuestra amiga la procrastinación?
A veces ella es también culpable de estropear nuestra concentración además de nuestros hábitos. Aprende cómo vencerla en este artículo:
La procrastinación del interiorista →